Johannes Ockeghem

Aunque se piensa que su aprendizaje musical comienza en Mons, donde conocería a Binchois.

En la catedral de Amberes llega a convertirse en Chantre (maestro del coro) entre 1443 y 1444, siendo este el primer dato fidedigno.

Busnois, alumno del venerable maestro, le había dedicado en vida el motete In hydraulis.

Ockeghem compuso en un estilo muy de su tiempo; las voces se mueven con muchísima independencia y siempre en un sentido horizontal, pero sin un predominio del cantus (la parte más aguda).

La música sacra de Ockeghem ilustra fielmente las concepciones teológicas del momento que le tocó vivir y refleja con un gran apasionamiento los dogmas de fe que representa el texto en cada momento.

De las misas compuestas por Ockeghem, una treintena se conservan en el Codex Chigi, un manuscrito flamenco hecho hacia el año 1500.

Ockeghem suele aparecer simplemente como un compositor muy habilidoso, pero no debemos dejar que nuestra obsesión por descubrir tal canon o por intuir aquel cantus firmus nos impida disfruta de la música.

Existe otro conjunto de misas (Mi mi, Quinti toni, Misa sine nomine) las cuales no se ciñen a un canto fijo, presentándose en alguna ocasión el motivo del principio a modo de eco.

Estas obras pertenecerían al periodo de madurez del compositor, donde los mecanismos contrapunticos se vuelven cada vez más complejos.

Comienzo del Códice Chigi , con el Kyrie de la Missa Ecce ancilla Domini de Ockeghem .