Más tarde se perfeccionó en el taller de Johann Carl Loth en Venecia (1675-1688).
Así obtuvo un estilo que era mezcla de Venecia y Nápoles.
Estuvo en Passau y desde 1689 en adelante trabajó en Salzburgo.
Pinta numerosos frescos, en los que destaca el color y el uso del escorzo como medios ilusionistas.
Su obra, lo mismo que la de Altomonte, preludia el rococó.