Este episodio ocupa un lugar destacado en el documental de 2005 Murderball.
Usaba muletas durante la escuela secundaria, cuando decidió cambiar a una silla de ruedas porque, según dice, le daba mayor movilidad y a las chicas les gustaba.
Fue destituido del equipo estadounidense en 1996 y perdió una demanda en un intento de apelación poco después.
Soares posteriormente solicitó ser entrenador del equipo de Estados Unidos, pero fue rechazado.
Durante el tiempo en que entrenó al equipo de Canadá, residió en los Estados Unidos.