Su iglesia está construida con piedra que se encontraba en el lugar que se construyó y fue pegada con lodo o adobe Es de las pocas del municipio en las que las campanas se tocan personalmente desde el campanario, está dedicada a los santos patrones "La Divina Providencia" o bien "La Santísima Trinidad" En este lugar aún se produce barbacoa artesanal y el típico pulque de La Providencia el cual ha sido digno de reportajes por televisión.
Todos entran a ejercer su cargo el día 1 de enero del año siguiente al que se realizó su elección.
Durante parte del Periodo clásico (200 a 600 d. C.), podemos afirmar que ya existía en Jocotitlán una población sedentaria, agricultora y en contacto con Teotihuacán.
Según los datos lingüísticos, los habitantes del sitio pudieron ser del grupo oto-mazahua, por lo que quizá se trate de un grupo local que recibió influencia de Teotihuacán.
A la región que habitó esta tribu por lo tanto se le llamó Mazahuacan.
Posteriormente don Miguel Hidalgo junto con su ejército se dirigió a Toluca donde entró en la tarde del 28 de octubre.
Al llegar Gómez Fraile fue recibido por los habitantes al parecer sumisos, luego que hubo entrado, aparecieron nativos que se habían ocultado en las magueyeras y apedrearon al subdelegado y a su comitiva; algunos fueron muertos, quienes escaparon junto con Gómez Fraile se refugiaron ocultándose tras los sepulcros que se encontraban en el atrio de la iglesia.
El subdelegado se había ocultado dentro de la iglesia; al ser descubierto fue muerto a lanzadas en la plaza, corriendo la misma suerte quienes lo acompañaban.
Torre informó al virrey los hechos indicándole que los insurgentes de Xocotitlán habían quedado "bien castigados".
En 1820 el propio Fernando VII, se vio obligado a jurar la Constitución, restableciendo el sistema que abolió.
Se realizó primeramente una misa donde después del ofertorio, el Sr. Manuel Iturbide y Gómez, dio lectura a la Constitución de Cádiz.
Con este acto se terminó la misa, iniciándose los festejos con música y fuegos artificiales.
Una vez concluida la misa, todos los asistentes se trasladaron a la casa cural, dando principio la junta.
Se nombraron entonces 21 compromisarios que según el artículo 91 de la Constitución, salieron electos: Francisco Campos, Ignacio González, Francisco Arzate, Rafael Rivas, Marcial Sánchez, Manuel Zimbrón, Leocadio Martínez, Félix Marmolejo, Joaquín Alcántara, Ignacio Sánchez, José Fabián Marmolejo, Joaquín Baldimo, José Martínez, Juan Rangel, Doroteo Dávila, Francisco Vilchis, Bernabé Cedillo, Silvestre Sánchez, Rafael Lovera, Vicente Chávez y Rafael Monroy.
Para concluir el acto se cantó un tedeúm, según el artículo 98 de la constitución española.
Asimismo el municipio se enfrenta a un problema grave como fue la sublevación indígena mazahua.
Xocotitlán contribuyó con hombres para las milicias y con dinero para apoyar la guerra contra Estados Unidos.
Una solución posible era pedir ayuda de los hacendados y personas particulares o bien renunciar al cargo para deslindar responsabilidades.
Esta información fue recibida en el municipio junto con una proclamación de desacuerdo del general Emilio Lamberg.
Esta orden fue recibida el 3 de febrero por Francisco Espinoza (alcalde primero), quien escribió al subprefecto, que el ayuntamiento estaba disuelto.
Inmediatamente pueden advertirse las medidas coercitivas que tomó el gobierno del departamento para lograr la adhesión al plan conservador.
El ayuntamiento de Jocotitlán decidió realizar una junta con todo el vecindario para reclutar ciudadanos.
La guerra civil, entre otras cosas, trajo el resquebrajamiento económico; en Jocotitlán por ejemplo, Pablo Carrillo, encargado de aplicar vacuna, pidió al ayuntamiento la cantidad de 50 pesos anuales por aplicarla, a lo que se le respondió ofreciéndole 10 pesos.
El municipio también destacó en educación, enviando alumnos con beca al instituto literario, en la cabecera existían dos escuelas una de varones y otra para niñas.
En general fue una época de poca alternancia política, tal y como lo muestra la lista de autoridades municipales durante el porfiriato, siendo presidentes municipales en varias ocasiones las siguientes personas: Jesús Cardoso, José C. Ruedas, Jesús M. Chimal, Apolinar Legorreta y Román Cedillo.
En cuanto a su población, durante el último tercio del siglo XIX el municipio contó con la siguiente base demográfica.
Sin embargo, el ayuntamiento de Jocotitlán dio su apoyo al general Porfirio Díaz y su aprobación para sofocar "los actos revoltosos".
En las últimas décadas, el progreso es notorio debido a su infraestructura; se cuenta con todos los servicios públicos, los habitantes del municipio en su mayoría tienen dos actividades económicas fundamentales: la agricultura y la industrial.
El índice de profesionistas cada vez es mayor debido a que se cuenta con una cobertura educativa suficiente, desde el nivel preescolar hasta el medio superior.
de Transmisiones, Horacio Castilleja Albarrán, así como familiares del extinto Capitán Roberto Legorreta.