Jocelyne Saab

[2]​ Heredó de su padre, un banquero que había hecho fortuna en Camboya y Afganistán, el gusto por la aventura.

Posteriormente a través de Etel Adnan se implica en el periódico As Safa.

Ayudante de realización para Volker Schlöndorff en Le Faussaire en 1981, Jocelyne Saab pasa por primera vez a la ficción en 1985 con Une vie suspendue tema que retomará veinte años después con Dunia (2005) una película en la que junto a las reflexiones sobre el amor plantea el drama de la ablación, especialmente aclamado en festivales internacionales pero censurado en Egipto.

En 2013, crea el Festival Internacional de Cine de Resistencia Cultural en el Líbano que celebró tres ediciones y se desarrolló en varias ciudades en las que Jocelyne Saab desea recomponer los vínculos : Beirut, Trípoli, Zaleh y Tiro.

[2]​ Fue miembro de la Cinemateca francesa y en sus últimos años fue redescubierta en su país natal.