Al ir ganando fama y prestigio, sus servicios fueron requeridos primero por la villa de Fuenterrabía en 1723, para atender tanto a la villa como al hospital militar que tenía la localidad y luego posteriormente en 1725 por la de Azcoitia.
Durante más de siglo y medio fue la única obra conservada del médico labortano.
En esa obra el propio médico menciona otros dos escritos anteriores suyos: el Diccionario Cuatrilingüe y los Rudimentos vascos para aprender latín.
Fue probablemente la primera obra del médico labortano, realizada cuando todavía residía en su país de origen.
Entre 1721 y 1725 presentó el manuscrito a los estados labortanos para que le dieran los 3000 francos que costaría la impresión, pero estos negaron la solicitud de su paisano, tal y como figura en las actas de dicha institución.
Esta obra permaneció perdida durante casi 200 años hasta que fue encontrado el manuscrito por Julio de Urquijo.
El Manuscrito de Zarauz, legado al archivo del convento probablemente por Agustín Etcheberri, hijo de Joannes, está compuesto de Escuararen hatsapenac (Principios del euskera) y Euscal-herriari eta Euscaldun guztiei escuarazco hatsapenac latin icasteco (Al País Vasco y a todos los vascos, rudimentos en lengua vasca para aprender latín).
Urquijo publicó estos manuscritos en París en 1907 bajo el título de Obras vascongadas del doctor labortano Joannes d´Etxeberri.