Su popularidad le permitió eludir las Leyes de Núremberg hasta que Gottschalk presentó en una gala social a su esposa a dirigentes del partido nazi.
Minutos antes del arribo de la Gestapo, los tres se suicidaron con gas.
La industria del cine - la UFA - supo el episodio agregando tensiones entre la compañía y Goebbels empeñado en utilizarla como vehículo de propaganda.
La actriz Brigitte Horney, en un acto de rebeldía, acudió al funeral.
En la ciudad de Senftenberg pusieron su nombre a la antigua calle Wiesenstrasse.