Igual que ocurriera con otros poetas destacados que murieron muy jóvenes, Wolker se convirtió en un símbolo de la proletářské umění (poesía proletaria) de los años 20.
[3] Wolker padecía una enfermedad pulmonar, la tuberculosis, que se manifestaba en su infancia con frecuentes inflamaciones de las amígdalas y los bronquios, la curó junto al mar y en los Altos Tatras (justo en Tatranská Poliana), y finalmente sucumbió a ella con 23 años.
[1][4] Él mismo escribió su propio epitafio al verse amenazado por su grave enfermedad.
[5] El epitafio dice:[6] a pro spravedlnost jeho šel se bít.
Dřív než moh' srdce k boji vytasit, y por su justicia fue a pelear.