Muy pronto le interesó la filosofía y decidió estudiar ciencias políticas trasladándose a Madrid.
En 1974 Ibáñez se reincorporó a la Universidad Complutense gracias al apoyo de, entre otros, Salustiano del Campo.
[1] El pensamiento sociológico de Jesús Ibáñez se caracteriza por la continuidad entre los distintos espacios intelectuales que frecuentó.
No obstante, a efectos expositivos, se puede dividir sus cinco obras principales en tres subconjuntos.
Estos escritos se agruparon en la obra póstuma A contracorriente, que recoge textos publicados entre los años setenta del siglo XX y su muerte.
En tercer lugar, se pronunció repetidamente sobre el conflicto vasco, rechazando el terrorismo al tiempo que defendía la negociación con los independentistas y el derecho de autodeterminación como salidas a la crisis.
Por último, dedicó una considerable atención a los movimientos de izquierda no tradicionales: ecologistas, antimilitaristas, feministas, etc.