Lacombe (2000), autor de su biografía, señala que Jerónimo pudo llegar a España entre 1094 y 1097.
[7] El diploma valenciano está suscrito por la firma autógrafa del propio Rodrigo Díaz el Campeador, y en él se advierte una idea de cruzada y reconquista (promovida por Jerónimo de Perigord) que hace al Cid vengador del dominio islámico «tras casi cuatrocientos años»: Hacia 1094 recalaría en la Valencia conquistada por el Cid con objeto de desempeñar misiones de apostolado en la capital levantina; más tarde pudo viajar a Roma a fin de que Urbano II, el papa que proclamó la primera cruzada, le consagrara como obispo mediante un procedimiento de urgencia y así hacerse cargo del restaurado obispado de Valencia por parte del Cid.
En 1098 figura como obispo de Valencia en la donación hecha a la nueva catedral.
A la muerte del Cid fue confirmado en el obispado por Alfonso VI y continuará rigiendo la diócesis valenciana hasta la pérdida de la ciudad en 1102.
De las tres sedes fue obispo hasta su muerte en el año 1120, en que se escindieron y continuarán en adelante como diócesis independientes.