Jeffrey Hunter

Se convirtió en una estrella juvenil durante los años 1950, igual que Robert Wagner y James Dean.

Para su fortuna como actor, entró a formar parte del grupo de actores habituales de John Ford, y gracias a esto intervino en grandes películas como The Searchers (Más corazón que odio o Centauros del desierto), El último hurra y El sargento negro.

Poco después, un viejo amigo, excomando británico, le propinó sin querer un golpe de kárate en la barbilla del que Jeffrey, que sabía judo, no pudo defenderse a tiempo, golpeándose la parte posterior de la cabeza contra una puerta.

Durante el vuelo de regreso a Estados Unidos junto con su esposa su brazo derecho quedó repentinamente semi paralizado y perdió el habla.

Al aterrizar, fue llevado directamente desde el avión a Valley Hospital en Los Ángeles, donde se determinó que había sufrido una hemorragia cerebral.