En 1830, se traslada a Santiago de Veraguas, (actual Panamá), donde ejerció como médico general e inspector del gobierno, estando allí contrajo nupcias con una dama local, Josefa López.
Herrán, prestó toda su ayuda para que Morazán pudiese alcanzar la libertad y continuar con su lucha unionista.
Por esa causa, Herrán fue condenado a morir fusilado, pero sin amilanarse, consiguió una entrevista con el encargado militar, al cual le justificó suproceder.
En 1854, pasó a representar los asuntos e intereses diplomáticos del gobierno de El Salvador.
El industrial parisino Joseph Germain lo sucede en 1890 para izar los vinos del castillo Beaumont al primer rango de los crus Bourgeois Supérieurs du Médoc.