Jean-Henri Fabre

Fabre era un niño excepcionalmente inteligente, destacado en la escuela a escasa edad.De él son muy reconocidos una serie de textos denominados "Souvenirs Entomologiques" (Recuerdos entomológicos), traducidos a quince idiomas.[2]​ La última casa de Jean-Henri Fabre y su oficina, el Harmas de Sérignan en Provenza, Francia, se mantiene en pie y actualmente es un museo consagrado a sus trabajos.[4]​[5]​ A este autor le debemos la pava o caldera de Fabre, herramienta utilizada por los apicultores, para pegar la cera estampada en la parte del cabezal del cuadro móvil.(consulte el listado de todos los géneros y especies descritos por este autor en IPNI).
Fabre, hacia 1910, sentado en su escritorio de trabajo.