Obtuvo el Premio Nobel de Química en 2016, junto a Fraser Stoddart y Ben Feringa «por el diseño y síntesis de máquinas moleculares».
Durante sus trabajos de doctorado, contribuyó a la primera síntesis de los ligandos criptando.
[2] Tras su investigación posdoctoral con Malcolm Green, regresó a Estrasburgo.
Trabajó en diversas áreas, como la reducción electroquímica del CO2 y los modelos del centro de reacción fotosintético.
[3] No obstante, resalta la topología molecular, específicamente las arquitecturas moleculares mecánicamente entrelazadas.