Denuncia que desembocó en 1995 en la llamada «ley Bosman» del Tribunal Europeo de Justicia.
Después de una controversia con la dirección del club, le redujeron su sueldo en un sesenta por ciento.
Bosman quería entonces fichar por el equipo francés de segunda división USL Dunkerque.
El RFC Lieja le pidió a Bosman 800 000 dólares para obtener la libertad, cantidad que el club francés no podía pagar; por ello se negó a jugar en el RFC Lieja.
El no aceptar el pedido del RFC Lieja fue el desencadenante de la Ley Bosman.