[2] Nacido en Gap (Altos Alpes), Lafaille se formó en la escalada deportiva en roca, que de adolescente desarrolló con frecuencia en Céüse.
[2] Realizó varias ascensiones complejas en el macizo del Mont Blanc, entre ellas la primera escalada en solitario de la Divine Providence en el Grand Pilier d'Angle, una de las rutas más difíciles del macizo.
Habían alcanzado una altura de 7.400 metros cuando el mal tiempo les obligó a dar la vuelta.
Permaneció durante dos días herido en un saliente, con la esperanza de que le rescataran otros escaladores.
[6] Cuando ya no le quedaban esperanzas de ser rescatado, Lafaille decidió bajar él solo.
Al principio intentó seguir descendiendo haciendo rápel, pero como era incapaz de controlar la cuerda con una sola mano y con los dientes, tuvo que continuar destrepando con una sola mano, y cuando llegó al campamento base del equipo esloveno se encontraba totalmente exhausto.
[4][6] En 2003, Lafaille se había propuesto escalar los catorce ochomiles, pero a diferencia de muchos de los alpinistas que se marcan este objetivo, él no se conformaba con escalarlos por rutas ya establecidas, en grandes expediciones y con oxígeno embotellado, sino que prefería seguir probando nuevas rutas o ascensiones en solitario, o escalar en la estación invernal, más exigente.
[1] Era un reto que unos años antes se habría considerado suicida,[3] pero para Lafaille el peligro era una parte importante de la experiencia.
Su único medio de comunicación era un teléfono satelital que utilizaba para hablar con su esposa varias veces al día.
[1] El equipo del campamento base perdió la esperanza de que volviera con vida tras una semana desaparecido, y un helicóptero que posteriormente sobrevoló la montaña no encontró ni rastro de él.