Fue contratado con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como especialista en financiamiento para proyectos de saneamiento donde trabajó para varias consultoras, hasta que se asoció en HYTSA en 1999 hasta la actualidad.
Javier Cantero, no conforme con los resultados de la "encuesta" para otorgarle un nuevo nombre al estadio, decidió por su propia cuenta ir más allá.
Quería devolverle a Ricardo Bochini algo de todo lo que este le había dado al club.
Llevó la idea al club, pero ante el desinterés de la dirigencia, inició por su cuenta el trámite en el concejo deliberante en Avellaneda.
A comienzos de 2010 fueron reconocidos por el club y por las personas jurídicas debido a la gran cantidad de firmas que se logró conseguir por los socios y así apareció su movimiento Independiente Místico.