[4] En 1991 causó una fuerte polémica política la publicación de un artículo del obispo en la hoja parroquial de la diócesis en favor de la ética en la política catalana y española y cuestionando el coste de las campañas institucionales del gobierno catalán, "la propaganda millonaria y electoralista de la Generalitat", provocando una gran tensión entre el prelado y el gobierno catalán presidido por Jordi Pujol,[5][6] que llegó a afirmar que el prelado era cercano a ERC y su máximo dirigente Àngel Colom.
[7] En este mismo editorial elogiaba a los dirigentes políticos Václav Havel y Jean-Bertrand Aristide como ejemplo de políticos moralizadores.
En 2002, el prelado renunció a recibir la Cruz de san Jordi.
En una carta dirigida al presidente de la Generalidad de Cataluña le explicaba que no debía interpretarse como un menosprecio al galardón ni hacia quienes lo proponen.
Cumpliendo sus últimas voluntades, su cuerpo fue donado a la ciencia para investigación.