El cementerio ha ganado notoriedad por sus mausoleos construidos para miembros del cártel fallecidos que son únicos y lujosos en su estilo.
Se parecen a las casas de la vida real y la opulencia asociada a la que estos miembros del cartel estaban acostumbrados antes de su muerte.
[2][3] Hay construcciones de dos y hasta tres pisos, las cuales tienen terraza, luz, aire refrigerado, algunas cuentan con recámaras, televisión, sótano, sala y hasta cocineta, además de cámaras de videovigilancia y hasta internet.
Este complejo cuenta con cinco edificios, cada uno destinado para un miembro de la familia Guzmán Loera.
Cuenta con aire acondicionado, baños, vigilancia las 24 horas y habitaciones múltiples.