Está abierto al público en durante todo el año y sin pagar ninguna tarifa de visita.
El donante tenía la intención de que se creara un jardín destinado a la enseñanza hortícola.
Elige para eso las antiguas parcelas agrícolas situadas en la periferia de la ciudad.
Entre los 400 árboles que alberga, el espécimen más espectacular es sin ninguna duda su famosa “haya llorona” (fagus sylvatica pendula) clasificada como monumento natural desde 1932 y como « Arbre remarquable de France » en el año 2000.
Otros árboles notables son el Sophora japonica, la Sequoia gigantea, la Koelreuteria paniculata.