En 1875, Daniel murió y Ludovic Winter deja la finca para consagrarse a su propio vivero, comprometiendo el futuro del jardín.
Así pues, con la participación de expertos alemanes como Gustav Cronemayer, Kurt Dinter y Alwin Pastor, el jardín casi alcanza la perfección.
Demostrando una gran iniciativa personal, crea un jardín mediterráneo, en las terrazas de invierno y abre al público una parte del parque.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el jardín es devastado por los bombardeos, el paso de las tropas y el vandalismo.
En la actualidad, la Universidad sigue la adaptación del jardín así como el trabajo de censo botánico.
Se publicó por otra parte un nuevo catálogo en 1996, que contaba 7000 especies de plantas.