Durante la última glaciación, las islas Andamán eran mayores y estuvieron muy cerca o unidas con Birmania por un istmo, de forma que los antepasados de sus actuales habitantes pudieron alcanzar el lugar sin cruzar el mar o cruzándolo con pequeñas embarcaciones.
Las culturas de estos dos últimos pueblos sobrevivieron protegidas por su continua hostilidad a la colonización.
Algunas organizaciones indigenistas, como Survival International, critican el proyecto y denuncian que el gobierno indio no ponga más énfasis a la hora de hacer cumplir las condiciones que permiten no sedentarizar a los jarawa.
Los jarawa son tratados como meras atracciones o animales en un parque safari.
No obstante, las autoridades locales se han mostrado indiferentes y la carretera permanece abierta.