Después de la Restauración Meiji en 1868, Japón comenzó a seguir el camino del imperialismo occidental y el expansionismo.
Esta medida no alcanzó el éxito esperado al principio, en parte porque la participación de muchos niños locales en su pesado trabajo familiar impide su presencia en las escuelas, y en parte porque las personas de la vieja clase dirigente de Okinawa recibieron una educación más al estilo chino y no estaban interesados en aprender japonés "estándar".
Hombres y mujeres comenzaron a adoptar más nombres de estilo japonés.
En 1936, tras la llegada del 17.º gobernador general, Seizō Kobayashi, hubo un cambio en el gobierno japonés en Taiwán.
Propuso tres principios del nuevo gobierno: el movimiento Kōminka (皇民化運動), la industrialización y la conversión de Taiwán como base para la expansión hacia el sur.
[6] Esta japonización se define como numerosos años con bajo crecimiento de la economía (Japón creció a un ritmo del 0,8 % en el período 1999-2019).
Las sucesivas crisis han llevado al país a una especie de leve deflación permanente.