Llegó a ser integrante del Concejo de Dublín y se hizo popular denunciando la corrupción en el municipio y llamando al boicot de las mercancías inglesas en Irlanda, como retaliación por las restricciones gubernamentales al comercio irlandés.
La radicalidad de sus ideas estuvo fuertemente influenciada por la Revolución francesa y lo colocó en la mira del gobierno.
Tandi demandó entonces al Lord teniente por haber ordenado su detención y aunque la acción judicial no fue exitosa aumentó la popularidad de Tandy, en tanto que el costo fue pagado por la Sociedad de los Irlandeses Unidos.
Aunque era un lugar bastante poblado, la gente demostró poco entusiasmo para unirse a la expedición militar.
En Francia su liberación fue considerada una gran victoria diplomática y Tandy fue recibido en marzo de 1802 como una personalidad distinguida.