James Gordon Bennett
A lo largo del siglo XIX se hizo realidad el concepto de prensa como un negocio.Su gran ilusión era crear una publicación en la que se aplicaran sus nuevas ideas de hacer periodismo.El Heraldo se refería todos los días a los problemas que iban surgiendo, con un partidismo propio pero alejado de un grupo concreto.Sin embargo tanto sensacionalismo no fue aceptado por los sectores neoyorquinos, que realmente veían al Herald como un peligro para sus propias publicaciones.Así es como acabó la “guerra moral” que había supuesto una gran amenaza para el diario.Comenzó también a utilizar métodos diversos para obtener informaciones, hizo uso de palomas mensajeras y fue incorporando los adelantos en el transporte y la comunicación: barco de vapor, ferrocarril, o el telégrafo eléctrico.Era muy importante para él que los neutrales europeos tuviesen una fiel interpretación de los problemas norteños.De todas formas, como antiguo simpatizante del sur, siguió criticando duramente al partido republicano.Su desbordante personalidad marcó impronta en el diario y de hecho, tras su muerte, sólo subsistió dos años.En 1920 cambiaría de manos y funcionó con relativo éxito hasta el crack del 29.