La prueba era poco original y él sólo le dio una aplicación comercial.
Fue el director de la Unidad 200 del INSERM, que estudiaba inmunología, alergia e inflamación.
Benveniste concluyó que la configuración de las moléculas en el agua era activa biológicamente.
Como condición previa a su publicación, la revista Nature pidió que los resultados se replicaran por laboratorios independientes.
El controvertido artículo finalmente lo firmaron conjuntamente cinco laboratorios, dos de ellos situados en Canadá, los demás en Italia, Israel y Francia.
[2] Después de la publicación del artículo se hizo un seguimiento de la investigación por un grupo que incluía a John Maddox, físico y director de la revista Nature, James Randi, ilusionista y escéptico, y Walter Stewart, experto en fraudes que recientemente había levantado sospechas sobre el trabajo del premio Nobel David Baltimore.
Afirmó que tales "brujas de Salem o persecuciones del tipo McCarthy matarían la ciencia".
En 1999 la revista Time escribió que en respuesta al escepticismo del físico Robert Park, Josephson había retado a la American Physical Society (APS) a supervisar una réplica del experimento de Benveniste, usando un "experimento aleatorio doble ciego", en el que afirmaba que se transferían por internet las características del agua diluida homeopáticamente.
El APS aceptó y se ofreció a cubrir los gastos del experimento.
Randi escribió que Benveniste y Josephson no continuaron con el reto.