Fue precisamente en Oxford donde en 1819 vio a una pequeña perra blanca terrier, con marcas negras en los ojos, orejas y al final de la cola, la cual pertenecía al lechero.
El Reverendo Russell no la había visto trabajar pero la juzgó sobre la base de su conformación y la compró inmediatamente, llamándola Trump.
En 1873, el reverendo Russell se convirtió en miembro fundador del Kennel Club de Reino Unido, asociación a la que pertenecería hasta su muerte.
Después de su funeral, los pocos perros que vivían con él en Black Torrington —cuatro viejos terrier llamados Rags, Sly, Fuss y Tinker— fueron regalados.
La casa editorial Halsgrove publicó un libro acerca de sus vivencias titulado: «Parson Jack Russell: Legendario cazador 1795-1883» escrito por Charles Noon.