Hacia los treinta años de edad, Kerrigan ya había empezado a actuar en el cine con la compañía Essanay Studios.
Más adelante, un contrato con American Film Corporation le abrió las puertas para interpretar primeros papeles.
En una de las últimas paradas un reportero del The Denver Times le preguntó si lucharía en la guerra.
Aunque el film tuvo un éxito moderado, la crítica fue impasible, y Kerrigan obtuvo cada vez menos trabajo, disminuyendo progresivamente la entidad de sus papeles.
Nunca se casó, y vivió junto a su amante, James Vincent, durante casi cuarenta años.