Cuando Izanami murió dando a luz, Izanagi intentó (pero falló) rescatarla del Yomi (el inframundo).
Cuando Izanagi mira antes de tiempo a su esposa, él contempla su monstruoso e infernal estado y ella se avergüenza y enfurece, por lo que le persigue para matarle.
En esto se asemeja en cierto modo al mito de Cupido y Psique, aunque al contrario (Psique teme que Cupido fuera un monstruo, pero descubre en su lugar a un hermoso joven).
Izanami falla, pero promete matar a mil personas cada día.
Izanagi replica que mil quinientas personas nacerán.