Ali se opuso, creyendo que la situación en el momento requería de una resolución pacífica del asunto.Tras la batalla, Mu'awiya I, para entonces gobernador omeya de Siria, organizó una revuelta bajo las mismas pretensiones.Ali lideró sus fuerzas contra Mu'awiya hasta que según la tradición el bando de Mu'awiya sostuvo copias del corán contra sus lanzas y exigió que el asunto fuera dirimido por las santas escrituras del islam.Ali aceptó esto, y se llevó a cabo una arbitración que terminó en su favor.[14] No obstante, los jariyíes sobrevivieron a tales derrotas y se convirtieron en un grupo violentamente problemático en la historia islámica.Dicho imán, Ya‘far as-Sadiq, había nombrado sucesor a su primogénito Isma'il ibn Yá'far (Ismael), pero este murió unos años antes que su padre.Los historiadores no ismailíes reconocen que la ocultación en realidad pretendía resolver los problemas derivados de la figura del imán como líder político, puesto que los imames chiíes eran duramente perseguidos por el poder califal de Bagdad y acababan invariablemente muertos o encarcelados.Muy perseguidos, los ismailíes siguieron venerando en secreto a su imán oculto al tiempo que hacían un proselitismo muy activo, primero en Oriente Medio y luego en el resto del mundo musulmán.La disputa surgió con respecto a quién debería ser el sucesor de Al-Mustánsir, cargo que se disputaron sus hijos Nizar (muerto en 1095 d. C.), quien fue designado originalmente, y Al-Musta'li, quien fue instalado en el trono gracias a las maquinaciones del visir fatimí Al-Afdal Shahanshah quien le proclamó al trono en lugar del mayor al-Nizar.[17] Con la muerte del califa-imán fatimí al-Amir (1101-1130 d. C.), los ismalíes musta'líes se subdivieron a su vez en las ramas hafizí y tayyibí.Para ese momento, los tayyibíes de la India, conocidos localmente como los Bohras, soprepasaban ya en gran número a sus correligionarios en Yemen.Usando el método del asesinato, ordenó las muertes de escolares y políticos suníes que sentía amenazaban a los ismailíes.Cuando un asesinato se llevaba a cabo, el hashashin no debía escapar sino que, para generar más miedo entre los enemigos, debía quedarse de pie cerca de la víctima sin mostrar emoción alguna y marcharse solo cuando fuera descubierto el cuerpo.En efecto, se desarrolló un punto muerto entre los Nizaríes y sus muchos enemigos hasta que su estado en Irán fue destruido por los Mongoles liderados por Hulagu Kan en el año 1256.[20] Los nizaríes de Siria, que tuvieron numerosos enfrentamientos con los cruzados y con Saladino, entre otros, fueron después conquistados por los mamelucos, dirigidos por el sultán Baibars.Los nizaríes de la India empezaron a ser conocidos localmente como Khojas y desarrollaron una tradición indígenada, llamada "Satpanth" o camino verdadero.Los nizaríes khojas, junto con los bohras tayyibíes, fueron una de las primeras comunidades asiáticas en asentarse en África Oriental en el siglo XIX.Los estudios recientes, basados en un análisis de las fuentes primarias, han mostrado que el pensamiento ismailí estuvo en constante interacción con corrientes bien conocidas de la filosofía, la teología y el misticismo islámicos, y hasta cierto punto fue influido por ellas.El intelecto humano se dedica a recuperar y divulgar lo que es interior u oculto (batin).Los primeros estudios occidentales sobre filosofía islámica heredaron ciertos sesgos de las posturas antifilosóficas musulmanas medievales, que tendían a proyectar una imagen negativa del ismailismo, percibiendo su contribución filosófica como derivada de fuentes y tendencias "exteriores" al islam.Los estudios recientes, basados en un análisis más profundo de las fuentes primarias, proporcionan una perspectiva equilibrada y han demostrado que el pensamiento ismailí no es sino una de las muchas sectas místicas chítas que fueron muy populares en Basora y Medina en el siglo VIII.Se convierte en el décimo intelecto, pero busca a través del arrepentimiento recuperar su estado original.Tal retorno representa el objetivo potencial que cada ser humano puede conseguir y por medio del cual se alcanza el reconocimiento apropiado de la Unidad de Dios y la sabiduría del proceso creativo.[18] La doctrina ismailí clásica sostiene que la revelación divina se había dado en seis periodos (daur) confiados a seis profetas, también llamados Natiq (hablantes), a quienes se les dio la misión de predicar una religión de ley para sus comunidades respectivas.Mientras los Natiq tenían que ver con los ritos y la forma externa de la religión, el significado interno es confiado a un Wasi (representante).Los Natiq y los Wasi son a su vez sucedidos por un linaje de siete Imanes, quienes guardan lo que recibieron.El último imán del sexto periodo, sin embargo, no trae una nueva religión de ley sino que en cambio sustituiría todas las religiones previas, derogaría la ley e introduciría din Adama al-awwal (“la religión original de Adán”) practicada por Adán y los ángeles en el paraíso antes de la caída, y que no contendría rituales o leyes sino que consistiría simplemente en que todas las criaturas alabarían al Creador y reconocerían su unidad.Los Dai comunicaban el conocimiento sagrado y oculto del imán al estudiante, quien podía entonces usar esa información para ascender a niveles más altos.[24] Existen, además, grupos minoritarios de Sulaymaníes en Yemen y Arabia Saudita, que suman unos 300 000 fieles.
Salamíe
,
Siria
, uno de los centros principales del ismailismo en la actualidad.