Isla de la Torre

En los días de mareas vivas, se llega a conectar con tierra mediante un tómbolo rocoso y arenoso situado al noreste de la isla.

[1]​ Aunque su superficie apenas sobrepasa la media hectárea, se trata de una isleta muy caracterizada y visible.

A comienzos del siglo XVIII, durante la guerra de sucesión española, la isla fue fortificada, instalándose en ella una batería de artillería para proteger el acceso a Santander.

Cuando Isabel II visitó la ciudad en 1861, aquí se instaló una tienda que, por su forma, dio durante un tiempo a la isla el nombre de isla de la Corona.

[5]​ Las instalaciones que están ocupadas actualmente por la Escuela de Vela fueron levantadas en los años 1930, durante la Segunda República española.

El espigón de la playa de los Bikinis con la isla de la Torre al fondo.