Su flora comprende el bosque caducifolio, matorrales y pasto grueso.
La isla fue declarada reserva natural en 1935 por el Gobierno de Trinidad y Tobago, otorgándole plena protección legal del Ministerio de Agricultura y Silvicultura.
Su fauna más notable es la Pelecanus occidentalis (pelícano pardo) que se reproduce en la isla, siendo el único lugar de cría de esta especie en el país.
Se calcula que por lo menos 27 especies de aves están en la isla.
Sin embargo, las patrullas de guardias contra la caza son también poco frecuentes por las mismas razones.