Isidoro de Quíos

Nació en Alejandría, Egipto y era marino de la flota imperial en los años del emperador Decio.Un día al estar anclada la flota en la isla de Quíos, el santo fue denunciado por ser cristiano ante el almirante Numerio, y éste sin perder tiempo llamó a Isidoro y le preguntó, y al oírlo de él mismo que era cristiano lo envió a prisión.Al enterarse el padre viajó inmediatamente a Quíos, muy apenado porque su hijo abandonó la idolatría, pero al llegar a la isla lo pudo ver en la cárcel, donde se abrazaron con mucho amor y también tristeza por el momento que estaban atravesando.Entonces el padre le pide firmemente que vuelva a la idolatría, pero el santo sigue inamovible en su fe.Muy enojado el padre lo maldice y le pide a Numerio que lo mate.