Isidore Lechat

A través del personaje de Isidore Lechat, depredador sin escrúpulos y arquetipo del magnate moderno, Mirbeau desvela crudamente los mecanismos de la sociedad capitalista.A pesar de su lucidez en los negocios, Lechat está totalmente ciego en su vida privada: no siente que su esposa está perdida e infeliz, que su hijo es un joven mimado y mediocre, ni que su hija está a punto de huir de sus cadenas de oro.Al final de la comedia, Lechat ha perdido a sus hijos y parece momentáneamente derrotado por el fracaso de todos los planes que tenía para su familia.Pero aún es capaz de sobreponerse un instante para atender sus negocios e imponer unas condiciones leoninas a los dos estafadores que pretendían sacar partido de la situación.Sin embargo, Octave Mirbeau rechaza todo maniqueísmo y reconoce que este despiadado pirata de los negocios, quien siembra la miseria alrededor de su hacienda y de su magnífico castillo, está, a su manera, un "idealista", porque tiene grandes proyectos potencialmente progresistas: así, contribuye, sin embargo, al desarrollo de las fuerzas productivas.