Isabel de la Trinidad

La pequeña "Sabeth", como la llamaban cariñosamente, tenía un temperamento muy vivaz.

Años después, comentó que aquello le impactó, y marcó su camino espiritual.

Ella decía: "Encuentro al Señor en todas partes, tanto lavando la loza como cuando estoy rezando".

También adoptó el nombre de Isabel de la Trinidad, subrayando así su pertenencia y su conexión con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.

No temas, confía, pues nada se antepone al amor de Dios para contigo, ni tus propios pecados".

Reliquario de Isabel de la Trinidad en la iglesia saint Michel de Dijón