James murió sin descendencia legítima, por lo que Isabel heredó la mayor parte de sus bienes, excepto las tierras de Douglas, que únicamente se traspasaban por línea masculina.
Después de su confirmación como condesa, se convirtió en la candidata a esposa más codiciada del reino.
Poco después, se casó con sir Malcolm Drummond, cuñado del rey Roberto III; sin embargo, el matrimonio no tuvo hijos, y la condesa pasó a ser el objetivo de algunos nobles intrigantes, que tramaron varios complots para usurparle las tierras.
Dado que la relación de éste con la familia real y la amistad que tenía con su tío le libraban de todo castigo, Isabel se vio obligada a contraer matrimonio con el hombre que había matado a su marido y a vivir cautiva los últimos cuatro años de su vida.
Falleció en el año 1408 sin descendencia, por lo que el condado de Mar revirtió a la corona y, posteriormente, pasó a manos de John Erskine, VI lord Erskine, cuyos descendientes lo conservan hasta hoy.