El irrigador Éguisier es un aparato fabricado en Francia a mediados del siglo XIX, que durante muchos años tuvo varias aplicaciones en medicina: tratamientos de problemas en la matriz, enemas, inyecciones en la vejiga, tratamientos bucales y de la faringe, entre otros.
Libault considera la cánula como una de las aportaciones más interesantes del irrigador que explica la superioridad de los Éguisier sobre los otros sistemas existentes.
Una de las ventajas del sistema Éguisier ante otros era su autonomía, ya que el paciente no necesitaba la ayuda de nadie para usarlo.
Solo tenía que colocárselo sobre un mueble para hacerlo funcionar.
Se cree que el nombre del aparato se debe a la colaboración entre Libault y el ginecólogo Éguisier, quien lo presentó públicamente a los médicos franceses un año más tarde, en 1843.