¿Qué pasa con nuestras vidas cuando nuestra privacidad se convierte en la conversación de todo el mundo?»[6] Cuestiona cómo se restaura el daño personal y social causado a la víctima y la discriminación de sexos si un vídeo sexual en el que el personaje público fuese un hombre tuviera la misma repercusión.
[8] Esta ficción original es una producción de marcado contenido feminista, con mujeres en todas las responsabilidades creativas: sus creadoras son Verónica Fernández y Laura Sarmiento.
[12] La historia se encuentra ambientada en Bilbao, por lo que algunas escenas fueron rodadas en los escenarios naturales en esa ciudad,[13] como las instalaciones del Museo Guggenheim, la Euskal Irrati Telebista,[14] el Ayuntamiento de Bilbao,[15] Azkuna Zentroa y la plaza Arriquibar, entre otros enclaves bilbaínos.
[16] Asimismo, el rodaje incluyó las playas Arrietara de Sopelana,[3] Laga, Górliz, Plencia, Pedernales, Portugalete y Lejona, allí se encuentra el Palacio de Artaza.
[20] Las reseñas enfatizan la mirada crítica del relato sobre el sexismo machista «que, con asertividad y seriedad, muestra cómo diferentes mujeres hacen frente a los delitos y actitudes sociales que vulneran sus vidas» por el hecho de ser mujeres.