Instrumento musical mecánico

Un instrumento musical mecánico, también llamado automático o automatófono, es un instrumento musical que ejecuta música por sí mismo, sin necesidad de la acción de un intérprete.

A partir del siglo XVI la fabricación de instrumentos mecánicos adquirió mayor popularidad e idearon numerosos artilugios, como los órganos hidráulicos o los neumáticos, las cajas de música y los violines y violonchelos automáticos, como la violina de Ludwig Hupfeld.

Joseph Haydn, Wolfgang Amadeus Mozart y Ludwig van Beethoven escribieron originales composiciones para dicho instrumento.

El mecanismo más popular dentro de este género fue el cilindro taladrado, con el que más tarde se permitió grabar en rollos de papel la música ejecutada por un intérprete y reproducirla automáticamente en el instrumento.

Estos cilindros se comenzaron a utilizar en espinetas y cajas de música, y se mejoraron sustancialmente con las pianolas, en las que también se pudo recrear factores como la dinámica y la intensidad del sonido.

Rodillo de música para colocar en el cilindro de un organillo de viento. Cada orificio marca la posición de una nota: mientras que el rodillo pasa sobre las válvulas, los agujeros permiten que el aire pase a través y que suene una de las flautas del órgano.