Esta expresión debe interpretarse con significados específicos y particulares, según el contexto donde se la aplica.
En ciencia, in situ designa el análisis de un fenómeno exactamente en el lugar y condiciones donde el mismo se desarrolla (sin desplazamiento a un medio o lugar especial, y sin modificación de las condicionantes usuales o naturales).
Claro, si el ser involucrado está muerto, la situación se aleja de una experiencia in vivo, pero ello no es exactamente lo mismo que trabajar y analizar una célula aislada (lo que podría constituir un buen ejemplo de experiencia in vitro).
Por ejemplo, el hormigón in situ es aquel al que se le da su forma definitiva en el lugar de la obra.
En cuanto a la limpieza de un lugar contaminado, in situ designa un método de recuperación desarrollado en el lugar polucionado, por ejemplo, por aceleración de los procesos naturales, contrariamente a ex situ, en donde el suelo contaminado es excavado y transportado, para luego ser procesado y depurado en otro lugar, aunque este sea contiguo al que se excavó.