En zoología un inquilino (del latín inquilinus) es un animal que vive como un comensal en la madriguera o refugio de otra especie.
Los tipos más comunes de inquilinos son los encontrados en asociación con los nidos de insectos sociales, especialmente hormigas y termitas.
Una sola colonia puede albergar docenas de inquilinos diferentes.
La diferencia fundamental es que los parásitos son perjudiciales a sus acompañantes, los inquilinos sólo tienen efectos neutros y los mutualistas ayudan al hospedero.
Estos llamados inquilinos realizan una labor beneficiosa para la planta porque ayudan en la digestión de las presas atrapadas en la jarra.