Impulsados por la leyenda de El Dorado, La Compañía Neerlandesa de las Indias Occidentales estableció una fortaleza en Kyk-over-al en 1616, el que fue el primer fuerte en las Guayanas, que entonces comprendía tres colonias: Demerara, Berbice y Essequibo.
[9] Tentativas de asentarse en el interior fracasaron, y los europeos se establecieron en la costa donde crearon plantaciones trabajadas por esclavos africanos.
[9] Dicho cambio hizo aún más compleja la estructura étnica nacional, con una mayoría de población india apegada a sus tradiciones culturales.
Los criollos descendientes de esclavos, los javaneses, los negros cimarrones, los indios americanos y una pequeña minoría europea completaban el abanico surinamés.
Las diferencias étnicas, culturales y lingüísticas han sido factores cruciales en la dificultad del surgimiento de una conciencia nacional.