La definición más formal expresa que es la cantidad de un aditivo añadido en un alimento que se puede ingerir a diario, durante toda la vida de una persona, sin que llegue a representar un riesgo apreciable para la salud.
[1] Se expresa en unidades de masa (normalmente mg) por día y en relación con el peso corporal.
Se refiere a la certeza sobre la base de estudios científicos realizados, de que la ingesta durante toda la vida al aditivo químico no representa un riesgo apreciable.
Generalmente se establece la IDA de un aditivo alimentario sobre la base de la dosis más alta a la cual no se ha observado efecto adverso (NOAEL, No Observed Adverse Effect Level) en estudios con animales (de laboratorio, generalmente ratas, ratones, perros, monos, etc.).
La EFSA ha establecido la IDA de los aditivos y otros componentes.