Inflación objetivo

Inflación objetivo (en inglés Inflation Targeting) se refiere a una estrategia de política monetaria para controlar la inflación en donde el Banco central proyecta y publica una tasa de inflación proyectada o "target", y luego intenta dirigir la inflación real hacia la meta propuesta mediante el uso de variaciones del tipo de interés y otros instrumentos monetarios.

En general, contiene cinco elementos principales: Esta estrategia ha sido utilizada con éxito en muchos países desarrollados y en un número creciente de países menos desarrollados,[cita requerida] incluyendo Brasil[1]​, Chile, Colombia, México, Perú, Polonia, República Checa, Sudáfrica, Corea del Sur y Tailandia.

[cita requerida] De acuerdo con un estudio del National Bureau of Economic Research por Fraga, Goldfajn y Minella, el promedio de la inflación correspondiente a ambos grupos de países ha bajado significativamente tras su adopción.

En los países desarrollados, la inflación anual promedio se redujo.

Tres ventajas significativas de la Inflación objetivo son: Tres importantes desventajas de la Inflación objetivo, que han sido señaladas por varios críticos y que son particularmente relevantes para países menos desarrollados, son: