Muchos emprenden una labor colonizadora de estas regiones, y para 1880 Julio Cesar Arana llega a Iquitos, desde donde crearía una empresa para la extracción del caucho.
Ello demuestra poca comunicación entre las diferentes regiones colombianas, y una desarticulación de la realidad nacional.
En 1904, Arana empieza a comprar todas las empresas caucheras de la región, comprando inicialmente a Larrañaga sus terrenos, y ya en 1908 consolida para sí todos los territorios circundantes que con patrocinio del gobierno peruano emprende su expansión comercial.
Arana cometió en la amazonía muchos actos de violencia y genocidio, aunque sorprende que en la venta entre Larrañaga y Arana, este último pusiera preso al hijo del primero que se encontraba en Iquitos, olvidando así cualquier relación cercana con Larrañaga, cuando en el pasado habían sido socios comerciales.
En Londres y bajo el nombre de The Peruvian Amazon Company, Arana registra su compañía bajo este nombre para que el gobierno colombiano no proteste ante los abusos cometidos por el fuerte apoyo de inversionistas ingleses.
Tras este procedimiento, se recoge todo el jugo y este es depositado en canecas de 1 metro cuadrado por 20 centímetros de profundidad donde se espera a que su contenido coagule, para ser posteriormente exprimido y picado.