Las regiones branquiales presentan tubérculos o espinas bajas romas, pero nunca espinas agudas y fuertes; sus tubérculos epibranquiales están poco desarrollados (incluso menos que en los ejemplares de I. phalangium del mar de Alborán) y a veces casi inexistentes (como en I. guentheri).
Estos cangrejos son expertos en el arte del camuflaje, para ello, su exoesqueleto puede cubrirse con algas, esponjas y otros organismos marinos, lo que les permite pasar desapercibidos.
Se recolectaron especímenes en el submareal rocoso a una profundidad de entre 1 y 8 m, asociados con Anemonia viridis.
Mantienen relaciones simbióticas con estas anémonas marinas, utilizando sus tentáculos urticantes como protección contra los depredadores.
La especie se conoce únicamente en la costa atlántica española, desde el Golfo de Cádiz hasta Galicia.