El impuesto del templo era un impuesto religioso en la época del Segundo Templo de Jerusalén.
Era un impuesto pagado por todos los judíos como una contribución al mantenimiento del templo.
[1] El impuesto es el fondo para el milagro de la moneda en la boca del pez: "Cuando llegaron a Capernaúm, se acercaron a Pedro los que cobraban el impuesto de dos dracmas y dijeron: ¿No paga vuestro maestro las dos dracmas?
"[2] algunos cren que este impuesto era puesto por el yugo Romano, pero no es así, era un impuesto dictaminado por la ley mosaica, impuesto, recolectado y administrado por mismos judíos.
Todo ciudadano de Israel mayor de 20 años tenía que pagar anualmente un impuesto de medio siclo (dos dracmas en el N.T.)