En julio de 2009 ocurrió un impacto astronómico en Júpiter, causando una mancha oscura en su atmósfera de tamaño similar a la Pequeña Mancha Roja, aproximadamente del tamaño del océano Pacífico.
[5] Paul Kalas y sus colaboradores, que tenían programado el uso del telescopio Keck II del Observatorio Mauna Kea para observar a Fomalhaut b, confirmaron las observaciones de Wesley.
[6] Las observaciones infrarrojas realizadas desde el Observatorio Keck y el Telescopio infrarrojo de NASA[2] en Mauna Kea mostraron un «punto brillante» de 190 millones de kilómetros cuadrados que señalaba que el impacto había calentado la atmósfera inferior situada a 305°O, 57° S, cerca del polo sur del planeta.
[8] Posteriormente, el área fue observada con una variedad de instrumentos, incluido el telescopio Keck[6] y con la Cámara de Gran Angular 3 del Telescopio Espacial Hubble, que fue instalada recientemente.
Puesto que no se lleva a cabo una vigilancia sistemática del planeta, es posible que este tipo de impactos ocurran con cierta frecuencia.