pintura falsa o acabado falso son términos usados para describir pinturas decorativas que reproducen la apariencia de materiales como mármol, madera o piedra.
[1] El término viene de la palabra en francés: faux, que significa falso, pues estas técnicas empezaron como una manera de replicar materiales como mármol y madera con pintura, pero consecuentemente pasaron a abarcar muchos otros acabados decorativos para paredes y muebles incluyendo la simulación de texturas y superficies populares.
La imitación de pinturas continuó siendo popular por años, sin embargo tuvo un gran resurgimiento en la resucitación del neoclásico en el siglo XIX y en el estilo del arte Deco de 1920.
En este punto, las pinturas de imitación se volvieron muy populares en los hogares lujosos, los cuales liderearon la tendencia.
El resultado final puede ser tanto liso al tacto, como texturizado.