Sus obras, enmarcadas en el realismo, contienen a menudo una gran profundidad psicológica y exhiben las tensiones del orden social existente.
Su padre, Yefim Repin, era militar y también un colono que se dedicaba al cultivo de la tierra.
En 1866, se trasladó a San Petersburgo e ingresó en la Academia Imperial de las Artes.
En 1878, Repin se unió a la Sociedad de Exposiciones Artísticas Itinerantes, generalmente conocida como Los Itinerantes (Peredvízhniki), que en la época en la que Repin llegó a la por entonces capital rusa se rebelaron contra el formalismo de la Academia.
Desde 1882, vivió en San Petersburgo, realizando frecuentes visitas a su tierra natal ucraniana y viajes ocasionales al extranjero.
La finca Los Penates debe su nombre a los ídolos romanos protectores de la familia y del hogar.
Durante esta época, Repin dedicó mucho tiempo a pintar temas religiosos, aunque en general el tratamiento que hizo de los mismos no fue tradicional, sino innovador.
Su último cuadro es un festivo y exuberante óleo llamado Gopak dedicado a la danza popular ucraniana Hopak.
Aunque Repin ilustró en repetidas ocasiones obras de Tolstói, Pushkin, Gógol, Lérmontov, Nekrásov, Garshin o Leskov, este aspecto de la obra del pintor es poco conocido,[1] y ha permanecido insuficientemente estudiad.
Esta mirada ardiente en un rostro demacrado, este aspecto, contrasta con el de los demás personajes, rudos y groseros.
Pero este cuadro es una variación del pintor sobre el tema de la modernidad, más que una ilustración literaria tradicional.
[2] Nikolái Gógol era uno de los escritores favoritos del pintor, y se enfrentó a él en varias ocasiones.
Después trabajó durante muchos años en los Zaporogos, cuyos personajes son los de Tarás Bulba, pero también realizó dibujos inspirados en esta obra, Andréi y la hija del voivoda ("Андрий и панночка" - 1890).
Encontró en él, según la expresión de Yossif Brodski, un alma grotesca y chirriante en extremo[4].
El crítico de arte Konstantin Kouzminski, que los vio expuestos en la galería Lemercier, tuvo esta impresión:[5] La serie Lenski asesinado ("Убитый Ленский") está dedicada a Eugenio Oneguin de Pushkin.
Kuzminsky considera que el cuadro Los sirgadores del Volga se hace eco del poema de Nikolái Nekrásov Meditación sobre un viaje a vapor ("Размышления у парадного подъезда" - 1858), pero el propio Repin indica que fueron los versos de Nekrasov Sal hacia el Volga.... ("Выдь на Волгу...") que leyó dos años antes de comenzar este cuadro.
[7] Basa su juicio en la opinión de Valentín Serov y en la decepción expresada por el propio Repin ante su capacidad para ilustrar un libro: